El mantenimiento industrial es una de las actividades más importantes de una planta de producción. Se podría decir que dos de sus principales objetivos son: Maximizar su producción y operar el mayor tiempo posible y sin interrupciones. A veces este concepto hace que se nos olvide o se deje de lado el hecho de tener que detener, para revisar y mantener un equipo y/o sus instalaciones.
Cuando tenemos la oportunidad de detener, debemos hacerlo de la manera más eficiente posible, ya que, de otra forma, esto puede traernos consecuencias graves a la producción y también a las personas. Un mal mantenimiento, no solo afecta la producción misma, sino que también a la seguridad, debido a que el tener que intervenir e interactuar de manera imprevista, hace que este trabajo tenga altas probabilidades de fallar o quedar fuera de estándar, provocando reiterados eventos posteriores, que hacen perder la confiabilidad del equipo y del proceso.
La confiabilidad de un equipo o un proceso es un tema fundamental, que debería manejarse en cualquier área, que quiera ser altamente productiva. Esta confiabilidad no es otra cosa que lograr que un equipo o proceso dure el tiempo que deba durar operando “sin interrupciones”, hasta cuando el área de planificación o mantenimiento defina que deba detenerse nuevamente. Cuando realizamos malos mantenimientos y no cumplimos con los estándares o protocolos establecidos, vamos deteriorando los equipos en el tiempo, pudiendo tener a través de los años, intervenciones mucho más costosas y peligrosas.
Un buen mantenimiento de equipos o de un proceso, pasa a ser un control crítico para evitar una falla mayor, que pueda llevar a consecuencias graves o fatales. Por este motivo el contar con un plan de mantenimiento detallado y ordenado, hace que el proceso sea mucho más controlado. Ahora, el hecho de tener todo en un plan, no garantiza el éxito de la intervención, ya que la ejecución de la actividad es sumamente importante. Para esto se debe contar con empresas y personas capacitadas, que tengan integrado el concepto del mantenimiento y el cuidado de equipos en su ADN, con el fin de asegurar un resultado exitoso que haga que el proceso se mantenga operando de manera continua, por el tiempo que se ha establecido para su próxima intervención.
Para Mill´s, el mantenimiento es parte de nuestro ADN, por lo que cada intervención, es una oportunidad de recuperar y dar salud a nuestros activos, permitiéndole posteriormente operar a máxima capacidad, y con la confiabilidad esperada, entregando la mayor de las disponibilidades a los equipos que intervenimos.