Los molinos utilizados para el proceso de conminución, ya sea para la industria minera u otra, son equipos muy sofisticados, que requieren de una precisión y cuidados muy especiales. La gente que no tiene muchos conocimientos en el tema puede pensar que estos equipos se mantienen o trabajan de manera no muy precisa (al ser tan grandes), pero eso es un grave error, ya que, si no se ejecuta un mantenimiento de manera correcta y sofisticadamente, las consecuencias podrían ser catastróficas.
El mantener este tipo de equipos, es un “arte”, por lo que se requiere de gente muy capacitada y especializada. Se necesita trabajar a una precisión máxima, esto no quiere decir al milímetro, si no que a la centésima o milésima de este. El trabajo sofisticado y de calidad debe ser mayor, ya que de otra forma esto podría provocar un mal funcionamiento que se va a acumulando a través de los años, con muy malas consecuencias, para un equipo por donde pasa la mayor producción de las plantas.
En los molinos, tanto sus sistemas de transmisión, motor (estator, rotor), sistemas de lubricación, etc. hacen que este gigante requiera de un cuidado, como si se tratara de una pieza de joyería. Muchos de los fabricantes de molinos, entregan correctas indicaciones de cómo mantenerlos y revisarlos a través de los años, pero al pasar del tiempo al mantenedor se le va olvidando adaptar este tipo de prácticas, lo que hace que el equipo vaya tomando una condición subestándar y por ende comenzamos a acostumbrarnos a un funcionamiento irregular.
Siempre hay que estar capacitando y preparando a los trabajadores, para mantener y operar este tipo de equipos, ya que podrán verse muy grandes y robustos, pero en realidad son muy delicados y requieren de una atención más allá de lo normal.